Revelan problemas en el SCI durante el siniestro en Barracas
El Sistema Contra Incendios (SCI) nunca debe dejar de ser una prioridad en el Mantenimiento y la Supervisión permanente, ya que la pérdida de vidas y bienes son mucho más costosos que la inversión de mantener funcionando todos los sistemas y dispositivos de Seguridad.
Revelan que no había agua en el depósito para apagar el fuego.
Estaba vacía una de las cisternas del sistema contra incendios y la otra tenía cantidad insuficiente de agua, según las pericias. Anteayer, los empleados habían dicho que no andaban los aspersores.
La investigación de la tragedia de Barracas - en la que murieron siete bomberos y dos rescatistas de Defensa Civil - , apunta hacia Iron Mountain. Según fuentes de la investigación, una de las cisternas del sistema contra incendios del depósito de la empresa siniestrado estaba vacía y la otra tenía una cantidad insuficiente de agua. Además, no se descarta que el fuego haya sido intencional. Hasta ayer, seguían trabajando para apagarlo.
Además, el Gobierno nacional tomó cartas en el asunto y le ordenó a la Comisión Nacional de Valores que verifique si las empresas que están bajo su régimen guardaban documentación en el galpón (ver El Gobierno...).
La causa está caratulada "N.N. sobre incendio u otro estrago con muerte de personas". Las divisiones de Investigación y de Prevención de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal empezaron a trabajar en el depósito en cuanto se desmoronó el muro que causó la muerte de los bomberos. Según fuentes de la investigación, una de las cosas que descubrieron fue que había dos cisternas para abastecer de agua a los aspersores que se activan cuando hay humo o fuego. La más grande estaba vacía y la más chica tenía de 5.000 a 10.000 litros de agua, que no alcanzan para que salga con la presión suficiente para controlar un principio de incendio.
Y se pudo establecer que ese depósito, en Azara 1245, antes perteneció a Alpargatas, que tenía cinco cisternas, porque en esa zona de Barracas hay poca presión de agua.
Las observaciones de los investigadores coinciden con lo que declararon el jueves cinco trabajadores de Iron Mountain ante la fiscal Marcela Sánchez, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 37. Los operarios Pablo Celedón y Mario Guanco; el supervisor Javier Márquez Flores, la empleada de limpieza Noemí Moya y el guarda de seguridad Oscar Godoy afirmaron que los aspersores no funcionaron.
Godoy y Moya también relataron que el miércoles a las 8 sonó la alarma de incendio en uno de los sectores del depósito, pero que cuando fueron a ver no había fuego. Y que poco después sonaron las alarmas de otro sector, donde sí vieron llamas, que intentaron apagar con extinguidores junto a los dos operarios y el supervisor. Y que como no pudieron controlar la situación, llamaron a los Bomberos y salieron del galpón.
La fiscal Sánchez ayer le tomó declaración como testigos a los bomberos voluntarios Martín Cóppola y Nicolás Scorza, del Cuartel de La Boca, y Daniel Herrera, del de Vuelta de Rocha. Los dos primeros contaron que combatieron el fuego desde la calle Azara, por lo que no vieron cuando se desmoronó la pared de Jovellanos. Además, se tuvieron que retirar porque Scorza inhaló monóxido de carbono y Coppola lo acompañó al hospital Penna. Por su parte, Herrera asistió a varios heridos después de la caída del muro, hasta que sufrió una descompensación y debieron trasladarlo al hospital.
Ahora la fiscal espera que le den el alta médica a los bomberos heridos de la Federal Luis Gauna, Daniel Díaz, Daniel Sanmaritan y Juan López Gaggioti, y también al voluntario Facundo Ambrosio, del cuartel de Vuelta de Rocha. Ayer Ambrosio seguía en terapia intensiva, con respiración asistida.
Mientras, la fiscalía le encargó el análisis de las grabaciones de distintas cámaras de seguridad de la zona a la División de Apoyo Tecnológico de la Policía Federal y a la Policía Científica de Gendarmería Nacional. Recién cuando se apague el fuego y los restos del depósito se enfríen podrán buscar rastros para determinar cómo comenzó el incendio.
Según fuentes de la investigación, por ahora están trabajando en la mitad del galpón que quedó en pie, sobre la calle Azara. Allí analizan cómo era el sistema de seguridad. No descartan un incendio intencional y para saberlo las pericias en el sector siniestrado serán clave.
Desde Iron Mountain, ayer no sacaron nuevos comunicados, como sí lo hicieron el día de la tragedia y el jueves. En ambos expresaron su "congoja" por los muertos y afirmaron que están colaborando en la investigación. Pero en ningún momento dieron explicaciones acerca de qué pudo haber ocurrido.
El ex supervisor de la empresa Mario Escalada contó que recortó el presupuesto en seguridad y que suspendió las guardias diurnas de Bomberos. También dijo que en la planta de Parque Patricios, en 2005 se derrumbó un techo y en 2009 hubo un incendio. Iron Mountain registra otros seis antecedentes de incendios: en 1997, en un lapso de 12 días se le quemaron tres depósitos en Nueva Jersey. En 2006 se incendiaron uno en Ottawa, Canadá, y otro en Londres. Y en 2011, se destruyó el de Aprilia, Italia.